domingo, 18 de julio de 2010

PHYSIOLOGICAL-SENTIMENTAL RIVALRY

Nunca es tarde, me inyecte un poco de jazz
En la madrugada inmensa pude conocer,
Herir la luna con las pestañas y morir, sin más,
En la ahogada mirada solar, en tu cuello la marca de luz
Me caí sin decir una plegaria en mi rivalidad de entraña
Dejarte ir , renunciar al respirar junto a ti,
Nunca es tarde, para pelear, voz de antes del beso,
Calla en mi frente las gotas, de elixir de ser ideal,
Que escucharé el horizonte llamado,
A perderte lejos, cerca, grande, poca,
Disminuida, carcomida, ciega, en mis manos sola,
En tus manos triste, la iracunda cifra de los días,
La dulce espina de la rosa marchita,
Esa rosa omnipresente en cada despertar,
No puedo empeñar las olas, en cada playa,
Dejar en las rocas los silencios, los muertos anteriores,
Cada agonía oculta en los vaivenes,
En tu entrecejo, al filo del ocaso, en los amaneceres,
Cristales los encuentros, delicados al tacto,
Nunca es tarde, adsorbí un poco la poesía,
La inhalé como caldo de hoguera chispeante,
La borre como huella de arena,
La lleve como marca de hierro ardiendo,
Hasta que la piel se muera, y renazca la hiedra,
De nuestra tierra infértil, sembrada en vapores,
Regada con lunas muertas y desamores,
Olvidada en los caminos, deleitada por los bosques,
Callada en las neblinas, solitaria en las prisiones,
De tu silencio, ahora mío.

2 de Julio del 2010

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